martes, 1 de junio de 2010

los cinco ministerios

1. APÓSTOL.
Apóstol. Del griego
que significa “Enviado, Mensajero” y Jesús envío a sus discípulos con la gran comisión Mateo 28:19. “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”, Este es la función del apóstol o Misionero, hacer discípulos en las regiones más apartadas, llevando las buenas nuevas de salvación y edificando iglesias. El trabajo del Misionero es precisamente ir por el mundo. Una de las cualidades de este Ministerio y muy importante es que es apartado para el Señor, debe ser consagrado para la misión.

2. PROFETA.
Profeta. Del griego <> que significa uno que habla pública o abiertamente, proclamador de un mensaje divino. Persona que anuncia futuros acontecimientos, mediante un don concedido por Dios. Hechos 15:32 “Y Judas y Silas, como ellos también eran profetas, consolaron y confirmaron a los hermanos con abundancia de palabras”.

Hechos 11:27-28.
“En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía. Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio”.

En la Iglesia este Ministerio es llevado por algunos miembros. Pues para ser profeta el cristiano debe ser muy Espiritual, ya que los mensajes dados por Dios deben ser confirmados por el que los emite. Un falso profeta se conoce cuando dice algo en el Nombre de Dios y lo que dijo no se cumple. Por eso, este ministerio es muy delicado de profesar, ya que si el poseedor del mismo no esta en oración constante es imposible que Dios lo use. Este ministerio es muy respetado en la Iglesia, es un ministerio con grandes Dones como el "Hablar en Lenguas", "interpretación de esas lenguas", "discernimiento de Espíritus" y por supuesto el don de "Profecía".

3. EVANGELISTA.
Evangelista. Del griego <> que significa mensajero de lo bueno “Uno que proclama Buenas Nuevas.”. Hace tornar los corazones hacia Dios. Comunica la bondad salvadora de Jesús.
Hechos 21:8.
Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él”.
Solamente tres veces se usa esta palabra en el Nuevo Testamento. Se nos muestra la necesidad de un evangelista en la obra perfecta de la Iglesia (EF. 4:11). Pablo instruye a Timoteo, quien en realidad era un apóstol (1ªTES. 1:1), a hacer la obra de un evangelista (2ªTIM. 4:5); pero si queremos conocer el trabajo de un evangelista, tenemos que mirar el ministerio de Felipe, el evangelista (HCH. 21:8).
El ministerio de Felipe está registrado en Hechos 8. Aquí tenemos, en resumen, un cuadro de la obra de un evangelista. Parece que Felipe está dedicado a preparar nuevo terreno con el evangelio -con el mensaje de salvación- acompañado por sanidad y señales. Su ministerio es doble, ya que está ocupado en evangelismo público (vrs.1-13); pero también en evangelismo personal (vrs. 26-40). En todos sus métodos, no obstante, fue muy obediente al Espíritu de Dios, y estuvo consciente de sus propias limitaciones. Podemos notar que no se sintió autosuficiente. El resultado de su obra fue el establecimiento de una iglesia local.


4. PASTOR.

Por la palabra “Pastor,” entendemos “uno que cuida ovejas”. Mientras que el ministerio de los apóstoles, profetas y evangelistas parece tener una naturaleza movible, los pastores son dados para gobernar a congregaciones locales como responsables del rebaño de Dios. Jesús fue el buen Pastor, y así se constituye el verdadero patrón para todos los pastores.
Un verdadero pastor será:
a. Uno que alimenta a las ovejas (1ªPED. 5:2).
b. Uno que guía y gobierna a las ovejas (1ªPED. 5:2).
c. Uno que ama las almas de las ovejas (HEB. 13:17).
d. Uno que cuida las ovejas (JN. 10:13).
e. Uno que está dispuesto a poner su vida por las ovejas (JN. 10:15-18).
f. Uno que está dispuesto a defender el rebaño en tiempo de problemas (JN. 10:12).

5. MAESTRO.

Los maestros son esenciales para perfeccionar a los santos. El don o ministerio de Maestro es más que dar exposiciones y explicaciones de las Escrituras en la escuela dominical, pero también es un Ministerio que debe seguir el patrón de Cristo, quien fue el gran maestro. Cuando Jesús enseñaba, “enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas” MT. 7:28. El ministerio del maestro es lo que construye el templo sobre el fundamento puesto por los apóstoles y profetas. Es el maestro quien debe dar a los santos raíces muy profundas. La promesa de Dios para estos días es que Él va a restaurar verdaderos maestros a la Iglesia (IS. 30:20).

El maestro tiene el don de escudriñar la Palabra de Dios, buscar las bases solidas para romper argumentos humanos y establecer la sana doctrina. El Maestro, es el dedo meñique. Dedo que por su tamaño se mete en todos los pequeños lugares que los otros dedos no se mete. Esto significa que el maestro esta llamado a saber de todo, el conocimiento de la ciencia, la sabiduria y la Palabra. Nunca descansa con saber más y más, pues no desea que ninguno de sus hermanos se pierda. El maestro no cuestiona, al contrario se cuestiona a si mismo para luego exponer a los demás -lo que Dios le ha respondido sobre esos autocuestionamientos. Es decir, si para el maestro la canción de Marcos Witt que dice: "Espiritu....Desciende aqui....Consolador..Desciende Aquí... con poder desciende aquí" el maestro sabe que el Espiritu de Dios ya descendió, ¿para qué cantar un Himno donde estamos apostatando de la fe?. Analicen la letra y se darán cuenta.

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